Te voy a decir cuántas veces he soñado.

La primera vez que soñé con los ojos abiertos fue por un niño, la segunda y la tercera también. Soñaba con ese niño perfecto de ojos claros y pelo oscuro, caballeroso, atento, amable, prudente y una lista de características que me cansaría de decir, soy un poco soñadora, he de admitirlo, porque nunca lo encontré.
Recuerdo que la cuarta vez que soñé despierta fue con un mundo mejor, noches de fuegos artificiales en las que se podían contemplar las estrellas bonitas y no las tapaba el maldito aire contaminado del que todos tenemos culpa de que exista. Esa fue mi cuarta vez y sonreí.
¿La quinta? Tal vez de la quinta para alante ya ni me acuerde, solo recuerdo que soñaba con cosas mejores, cosas que me llenaban, ideas, sueños, nada realista pero tampoco me importaba que no fuera de verdad porque soñando podía sonreír.
Hoy ya no me acuerdo de soñar, ya no recuerdo como se hacía eso de cerrar los ojos o simplemente mirar al cielo y pensar que algún día podría tener todo cuanto quisiera, ya no me acuerdo como sonreía ni como pintaba estrellas con las manos, de como montaba mis historias con esos amores platónicos, no me acuerdo porque me he dado cuenta que la realidad ya es bastante difícil como para ponerte a soñar...

Lo que no mata engorda.

Y que si sigues pensando en lo que pudo ser y no será te quedarás encerrada en un sentimiento que no tiene salida por mucho tiempo, perderás muchas cosas de esta bonita vida, vivir es lo que debemos de hacer, sin sobrepasar los límites.

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A veces queremos creer que estamos bien y nos queremos cubrir con una sonrisa y decir ''está bien, no pasa nada''. Pero sabemos que no es así, que siempre hay algo que falla, que un recuerdo siempre te inunda y ves que no puedes empezar de nuevo porque te rodea y no se te va de la cabeza, tienes miedo de que todo salga mal como aquella vez. Ahora mismo siento tanto y tan poco que no sabría ni decirlo, siento felicidad y tristeza a la vez, es como si quisiera reírme de lo malo y llorar por lo bueno pero solo sé que quiero que las cosas sean como antes, no sé ni lo que estoy escribiendo, simplemente estoy dejando que mi mente diga lo que hace tanto tiempo quería decir pero no se atrevía y es que nunca voy a tener un presente sin un pasado, y menos un futuro. Porque necesito vivir de recuerdos, de recordar los momentos en que todo iba bien, en que me levantaba pensando que mi vida era genial, que era la niña más feliz del mundo y aunque lo pasara mal un día, podía estar todos los otros bien porque tenía amigos, tenía una persona que quería más que a mi vida, tenía una familia y ahora dudo de lo que tengo, si es que tengo algo. Poco a poco pierdo la esperanza de que el tiempo bueno llegue y estoy harta de ponerle al mal tiempo buena cara, estoy harta de tener que sonreir cuando no tengo ganas, de tener que ser esto que no soy, a veces tengo ganas de mandarlo todo a la mierda, y de dejar mis sueños en una esquina porque no se merecen alas para volar aunque a veces pienso que si tal vez me esfuerzo puedo conseguir que haya algo que me salga bien, pero lo dudo. Necesito complementar mi vida porque estoy en un punto que ni si quiera sé quien soy, solo me acuerdo de lo que era... No sé ni como terminar esto porque ni si quiera sé como lo he empezado, es todo tan extraño, la vida ha cambiado tanto en menos de un año, y yo sigo sin perder la esperanza de que mi pasado será mi presente, por mucho tiempo que pase, por muchas cosas que me ocurran que solo me demuestran que no va a poder ser como antes, por mucho que haga y no obtenga resulta a mi me siguen doliendo las heridas de antaño, sigo sintiendo como la primera vez y sigo asustada pero decidida. Quiero tener un ratito para mí aunque ya no lo consigo, ya no puedo evadirme del mundo como lo hacía antes, no puedo soñar con ser una persona mejor en un mundo mejor, no puedo, porque estoy tan helada, tan consumida que ni siento ni pienso.

Qué bonito se ve Huércal sin luz :$

Cuando se apagan las luces y puedes mirar al cielo te das cuenta de que no es tan feo como parece... En realidad es un cielo bonito y las calles parecen más anchas cuando se va la luz. Toda la gente sale a sus puertas con linternas y están irreconocibles, de lejos no se pueden ver bien sus caras... Todavía no quiero que se enciendan, ojalá se quedaran así toda la noche para poder disfrutar de las estrellas en pleno estado, ¡es tan bonito!. Se pueden escuchar a los perros ladrar y aullar, se pueden escuchar a los niños que jugaban en las calles, y es todo tan perfecto que a veces diría que no hace falta luz para sobrevivir, (en algunos casos, claro). No pueo dejar de mirar por la ventana imaginándome una ciudad así, tan apagada por la noche, sería estupendo aunque a casi nadie le gustaría. No es tan oscuro como parece, no está tan feo.