Desde mi ventana.

Mi ventana está empañada, no sé si es por el frío, o por la lluvia, pero así se puede mirar más claro a través de ella. Aunque a alguna gente no le gusten los días de invierno, a mí en cambio me encantan. Levantarme con mi manta a tomarme un vaso de leche mientras miro por la ventana y oigo los ruidos de pájaros o perros ladrando, para mí es lo mejor que este mundo puede regalar. Te puedes parar a pensar en tus cosas, a escribir en la ventana tu nombre, o simplemente a mirar a través de ella. Esbozas una sonrisa sin saber el por qué, solo sabes que estás a gusto donde estás, en tu casa, y que estás a gusto contigo misma. Esto es algo que tienes que vivir sola para poder disfrutarlo del todo. No se puede explicar la verdad.