Reflexiones de una tarde de verano al compás del sol.

Y quién sabe si la vida me está dando otra oportunidad.. La oportunidad de pensar dos veces las cosas antes de hacerlas, de pensar si tengo que esperar a que el tiempo equilibre nuestra balanza o tengo que salir ahí fuera a buscar balanzas que ya estén equilibradas.. No sé si es pura casualidad que él haya aparecido en este momento o de alguna u otra forma Dios lo haya querido poner en mi camino.. Lo que si sé, es que estoy dispuesta a entregar todo, a ilusionarme y esperanzarme, y que pese a los baches que tenemos, a los fallos, a las discusiones... Siempre acabamos con una sonrisa en la cara y un ''te quiero'' al final de la conversación.. Esa magia que contigo ya se había perdido.
Hoy quería decirte que no soy una persona nueva, que no te he olvidado, que el daño está hecho y que si alguna vez te vuelves a cruzar en mi vida nada va a ser como al principio por mucha ilusión que quiera mantener.. Quizás tú no eres para mí, ni él, lo mismo todavía no ha aparecido esa persona especial para mí, y está escondida esperando a que yo esté preparada y quiera estar con ella, quién sabe si eso significará que ya te he sacado de mi cabeza y de mi corazón.. Pero, hay algo que esta noche me he parado a pensar en frío, después de haber estado enfadada con el mundo y con mi alma gemela.. Y es, ¿de qué me vale esperarte con este frío, si allí, en otro puerto, se está haciendo verano?..

Amanece, escucho el ruido de la calle y los coches empiezan su movimiento, entre tanto barullo, algún que otro perro ladra y desconcierta mi quinto sueño. Me despierto y me asomo a la ventana, pensando en que este día brilla más de lo normal y quizás es porque me vuelvo a levantar libre de ti, aunque tal vez por la noche, vuelva a ser tuya.
Ya no lloro porque no despiertes en mi cama, no lloro porque no me traigas el desayuno ni me des tus 'buenos días, princesa'. A veces te echo de menos en mi soledad, el silencio me puede, y escucho tus risas, los pasos por la casa tambaleando el parqué, siento el brillar de tus ojos y el color de tu pelo...
Me desviví por ti, y llegó un momento en el que no supe parar esto, ahora ya es diferente.
Las mañanas siguen sin ti  a mi lado, aunque mi sonrisa está  firme como la última vez que te fuiste y no lo supe. Te echo de menos, pero ya no te quiero.
Quizás es el tiempo que suele hacer estragos, que suele devolver a cada quién a su sitio y mecerlo como se merece.. Quizás es que me he hecho fuerte. Quizás es que el no verte me ha sanado la herida, pero no vuelvas.
Quien sabe si esta noche, de nuevo, te volveré a llorar, o tal vez para esta noche ya esté de nuevo ilusionada. Viniste así de rápido y así de rápido te fuiste..

Tengo que pedirle a mis lágrimas que brillen por ti cuando hace un tiempo lo hacían sin avisar. Te extrañaba y la única forma de demostrármelo y convencerme a mí misma fue llorándote. Pero ahora..
Ahora me he dado cuenta de que ya no lloro, y de que si lloro es porque quiero, no porque lo sienta. Me acuerdo de esos momentos y sonrío, porque en mí solamente se ha quedado lo bueno, porque solo hay espacio para lo que sentí por ti y lo que eso trajo a mi vida, tantos días felices, tantas horas en las nubes, tantas miradas cómplices..
Escribiendo esto noto como mis pulsaciones aceleran y las lágrimas se quedan apegotonadas a punto de estallar, cuando de repente se calman.. ¿Será que no te siento? Tengo miedo de que eso sea así porque en estos tres años me he acostumbrado a sentirte y no quiero dejar de hacerlo, no quiero que dejes de formar parte de mi vida.. ¿Será que ya no significas nada para mí? Más miedo, aún, de eso, tanto tiempo significando tanto que ya eres como una monotonía para mí... No me veo sin ti en mis pensamientos, no me veo capaz de hacerlo, pero está llegando..
Quizás necesite verte de nuevo para saber qué es lo que está pasando en mi interior y si es que estoy siendo capaz de olvidarte, o tal vez cuando te vea de nuevo voy a sentir lo que sentí la primera vez.. Es tanto tiempo ya..
Tengo tantos sentimientos acumulados que debo pensar, aún no soy capaz ni de escribirlos, toda mi cabeza está tan desordenada..

Nadie sabe dónde estaremos de aquí a dos años.. Quizás te encuentre entre la multitud de la calle y nuestras miradas se crucen, tus recuerdos pasen por mi mente en forma de película y sea capaz de pararte y hablarte. ¿Se me hará difícil preguntarte cómo te va todo desde que lo nuestro terminó? Y sonreír, ¿podré sonreír? Tal vez tú seas feliz con alguien, tal vez lo sea yo, quién sabe.. Pero el tiempo nunca cambiará lo que he sentido por ti y lo que, aún pasado tanto, late mi corazón al coincidir contigo.
Espero que sigan tus costumbres, aquella pequeña manía tuya de cogerme por la cadera y darme un abrazo, o de besarme apretándome contra a ti, o tal vez, la manía de sonreírme entre miradas.. Quién sabe, si cuando vuelva a verte, quizás en otro tiempo, quizás en otro momento más lógico y preciso, podamos ser lo que nunca fuimos por el miedo a perder.
Yo solo espero que si algún día nos cruzamos, tu sonrisa sea tan fuerte como la mía, que el destino vuelva a unirnos de alguna manera y que las cosas salgan bien de una vez por todas. Y si no es así, deseo que alguien te de el amor que yo no supe darte nunca, ese que dicen que llena tu vida de felicidad, que llega y sabes que es el correcto, al que deseas y anhelas con todo tu corazón..
Mientras, yo, te seguiré esperando, te seguiré queriendo y te seguiré buscando entre otros hombres, intentando  encontrarte en un beso de otros labios que abran mis alas y me hagan tocar el cielo tanto como lo hacían los tuyos.

 Nunca pude estar contigo, nunca pude estar sin ti..
Ahora muero por poder sacarte de mi cabeza..

Te deseo lo mejor,
Atentamente: Quien tú ya sabes.

Déjame ser todo lo que soy, pero contigo.

Si dejas que mis ojos te miren con la misma mirada desenfrenada y con ganas de la última vez, te prometo que haré todo lo que quieras, simplemente pido volver a verte.

Si dejas que mis manos toquen tu pelo fino y claro y se enrede entre mis dedos como la última vez, te prometo que haré todo lo que quieras, simplemente pido volver a tocarte.

Si dejas que mis labios se rocen con los tuyos y entre beso y beso pueda esbozar una sonrisa como la última vez, te prometo que haré todo lo que quieras, simplemente pido volver a rozar tu boca.

Si dejas que mis piernas se entrelacen con las tuyas y me abrazas con tanta fuerza como la última vez, te prometo que haré todo lo que quieras, simplemente déjame sentir tus manos agarrándome.

Si dejas que mi piel se erice cuando tocas mis caderas y vas deslizando la mano hacia abajo como la última vez, te prometo que haré todo lo que quieras, simplemente pido que me dejes subir la temperatura contigo.

Si dejas que mi barriga sienta mariposas cuando hablo de ti, cuando escucho tu nombre, cuando tus recuerdos aparecen en mi memoria, cuando te echo de menos, te prometo que haré todo lo que quieras, simplemente déjame quererte y déjate querer..