No estamos destinados a vivir pegados, abrazándonos los dos.

Y aunque me cueste aceptarlo, es hora de olvidarse de todo y empezar de cero. No estás hecho para mí ni yo estoy hecha para ti. Dios no nos quiere juntos y él es el que manda. El destino nos la ha jugado una vez más, haciéndonos creer que tal vez podríamos pasar el resto de nuestra vida juntos, y resulta que otra vez nos ha engañando. Solo te pido que los recuerdos se queden en recuerdos, que nunca te olvides de que me hiciste falta siempre, que lo bueno lo guardes y lo malo lo dejes. Que no quiero que sufras por mí, no quiero sufrir por ti y quiero seguir adelante como hasta ahora he seguido, ahora no somos uno como antes, ahora somos dos separados  y tenemos que afrontar la vida conforme nos viene. Cuesta mucho levantarse cuando te caes, pero cuando le pillas el truco no vuelves a pasar por los mismos baches. Cuesta mucho olvidar lo vivido, pero mientras que lo bueno te saque una sonrisa cuando lo recuerdes, no hace falta olvidarlo. Sé que cuesta empezar de 0 sin ti, espero que a ti no te cueste tanto. Y que la vida son dos días y si uno llueve ponte impermeable, que nada te pueda arruinar, siempre estaré si me necesitas pero ahora debemos jodernos y aguantarnos. Te quise, te quiero y te querré y aunque me cueste asimilarlo no vas a salir tan fácil de mi mente.