Me gustan las cosas tal y como son.

Me gusta el color del cielo, es tan... azul. Me gusta el olor de la hierba y tierra mojada, cuando la lluvia cae en ellas. Me gustan los días nublados, al igual que odio los soleados. Me gusta el calor de la tierra en la playa, me gustan las olas que llegan hasta la orilla, me gustan las toallas mojadas, y la sal del agua salada. Me gusta cantar bajo la lluvia mientras que mi pelo se moja, sentir las gotas caer en mi cuerpo. Me gusta que el aire fresco me de en la cara y que no tenga cuidado con mi pelo, que lo despeine si hace falta. Me gusta ese blanco de la nieve me gusta tocarla sin guantes en las manos, me gusta tumbarme y hacer un ángel en ella, me gusta hacer bolas de nieve para después tirarlas. Me gusta el click de la cámara cuando echa las fotos, me gusta el flash que sale y que te deja ciega. Me gustan las arrugas de las sonrisas, ver las lágrimas caer de los ojos, me gustan las pieles suaves. Me gusta el sonido de las ruedas de la bici, me gusta saltar los baches sin frenar, e ir por la carretera intentando competir con la velocidad de algún coche. Me gusta el calor que desprende el sol, pero sólo en invierno. Me gusta la textura de la lana en las camisas de cuello alto. Me gustan las pegatinas, el ruido al aplastar una botella de plástico, y el ruido de romper en pedazos un papel. Me gusta escuchar a una jarra de agua cuando ésta cae en el vaso, y me gusta como suena cuando la trago. Me gusta el pan recién caliente, cuando cruje. Me gusta la mantequilla sin derretir y la leche caliente. Me gusta lo que se siente cuando dan un abrazo. Me gusta mojarme los labios, me gusta quitarme la concha de las heridas, me gusta quejarme por los quemados... Me gusta ser tal como soy, y que las cosas sean tal como son, así de sencillas y de simples, o así de extrañas.