Seguidores

30 mayo, 2011

Como cambian las cosas.

Y a veces me paro a pensar en todo esto, hasta donde he llegado, lo que me he pasado. En los que un día fueron mis amigos y en los que hoy día no lo son; en todo aquello que me he vivido a lo largo de esta vida, dándome cuenta de que no todo puede ser bueno, o para siempre. Me he enamorado, me he desenamorado, en el camino he dejado a personas que valían de verdad la pena; he vivido al máximo y al mínimo, he sabido diferenciar a veces y otras confundir, y aún así, aquí estoy, viviendo, como siempre lo he hecho en mi vida. Hoy, es un día complicado para mí, desde hace ya algún tiempo las cosas no van 100% bien. Mi madre en Cádiz, yo aquí lejos de ella, pierdo amigos cada dos por tres, me comporto de forma extraña, me enamoro de un niño y lo único que él dice es que yo también le parezco bonica pero que no le gusto, siento que estoy bien pero me doy cuenta de que estoy mal... Y es ya tanto peso a cuestas, que cansa, que ya no puedo subir la cuesta hacia arriba con una sonrisa, ni mirar bien el pasado, que ya solamente puedo subir con dolor, con tristeza, pero seguir subiendo hasta que todo se calme, hasta que todo se solucione y pasen las cosas. Las cosas cambian tanto, parecen tan pequeños los detalles, que al final acabamos sabiendo que un detalle pequeño lleva a otro extenso, y que lo que no parecía importante, al final es lo que más cuenta. Hoy me he levantado, he pensado en todo lo que tengo, todo lo que tuve y tal vez todo lo que tendré y me he herido de pensarlo. No quiero echar marcha atrás porque con solo una persona que tengo hoy en mi vida, estoy bien. Pero deseo que las cosas tal vez lleguen a ser como las eran antes de que mi vida se desmoronase, y yo con ella. A veces dudo hasta de mí, de mis deseos y mis ganas de comerme el mundo, que han quedado vacías hoy, que las ganas de vivir se van, se esfuman y se desvanecen, que mi sonrisa ya no es la misma porque no es verdadera, que mis lágrimas no salen porque ya no quedan, que mi cuerpo no responde, mis oídos no escuchan, mi boca no habla; porque no tengo nada que decir, ni nada que escuchar. La vida es como una noria que nunca frena, a no ser que un día la quieras frenar tú de alguna que otra manera. Porque me encantaría poner mi vida en pause, y dejarla que no siga, que se quede parada, pero no puedo. También me paro a pensar en qué será de mi cuando sea más mayor, olvidaré a gente que hoy día son mi vida, olvidaré muchas cosas y tengo miedo de crecer y de que nada sea igual que ahora. Todo es diferente, cuando pasa tiempo hay amistades que se deterioran con su paso, y cosas que ya no sientan lo mismo, momentos que no se pueden vivir como la primera vez, y es que no quiero que pase el tiempo. Hoy día tengo, puedo decirlo bien, tres razones por las que vivir. Mi madre, mi mejor amiga y mi mejor amigo. Aquí dejo otra entrada tan contradictoria como yo, de lo que hoy me he dado cuenta; tal vez sea porque me han dicho que no por segunda vez en mi vida, aunque supongo que cupido me las estará devolviendo una a una... O tal vez porque hoy es un día frío de verano y me hace acordarme de muchas cosas, o porque hoy, simplemente, me he levantado así....

No hay comentarios:

Publicar un comentario